QUELCCAYA 5.666 PERU
El 16 de mayo de 2024, culminé con éxito una de las aventuras más exigentes y emocionantes de mi carrera: la ascensión al glaciar Quelccaya, en los Andes peruanos. Con una altitud de 5.666 metros, el Quelccaya es el glaciar tropical más extenso del mundo. Este desafío me convirtió en la primera mujer en alcanzar su cumbre, un hito que marca un antes y un después en mi trayectoria deportiva.
Preparación y Ascenso: Un desafío físico y mental
El ascenso al Quelccaya no fue solo una prueba de resistencia física, sino también un reto mental que requirió meses de preparación y aclimatación. Rodeando el nevado de Ausangate, de 6.384 metros, fue uno de los puntos clave para aclimatar y enfrertarnos a las duras condiciones climáticas. Desde el frío intenso hasta los vientos fuertes y la constante exposición al sol de gran altitud, cada paso supuso un esfuerzo monumental.
En la expedición, trabajé codo a codo con un equipo excepcional que fue fundamental para el éxito. Junto a Kike, mi compañero de montaña de Suances de Picos Trekking Company, Toño Ojugas operador de cámara, Guillermo Ponce bombero y Juan Pablo Hernando cardiólogo, enfrentamos terrenos abruptos y condiciones meteorológicas cambiantes, que pusieron a prueba nuestra capacidad de adaptación y resistencia. Cada metro ganado era fruto del trabajo en equipo, de la confianza mutua y de la experiencia adquirida en expediciones previas, como mi travesía por Nepal y mis incursiones en Irán, el Kurdistán turco...
La subida hacia la cima del Quelccaya implicó superar campos de hielo y grietas. Fueron momentos duros, pero siempre mantuvimos el foco en el objetivo. El esfuerzo culminó en la cima, donde, entre la emoción y el cansancio, comprendí la magnitud de este logro: no solo personal, sino también para las mujeres en el deporte de montaña.
Un Proyecto con Impacto Social y Cultural
Además de la proeza deportiva, este proyecto ha tenido un fuerte componente social y cultural. En la aldea de Pacchanta, ubicada a 4.200 metros de altitud, organizamos un campamento sanitario en colaboración con el cardiólogo Juan Pablo Hernando. Durante varios días, brindamos atención médica, se asesoró a los pacientes y distribuimos medicamentos a quienes más lo necesitaban, en una zona donde el acceso a la salud es limitado.
Como pintora profesional, también desarrollé una actividad educativa con los niños de la aldea, organizando talleres de pintura al aire libre. Guillermo, otro apasionado del arte disfruto como esos niños haciendo lo que mas le gusta. Con edades comprendidas entre los 3 y 16 años, los niños, muchos de ellos hablantes de quechua, se inspiraron en imágenes de mi tierra, Cantabria, para crear sus propias obras de arte en lienzo. Estas pequeñas obras viajarán por España y serán exhibidas de forma itinerante, dando a conocer sus historias y su visión del mundo.
El Documental: Quelccaya, donde descansan las estrellas.
Esta expedición será inmortalizada en el documental Quelccaya, donde descansan las estrellas, se estrenará en octubre. El documental no solo relatará la aventura y el desafío deportivo, sino también la importancia del componente social y medioambiental. La preservación de los glaciares es vital para el equilibrio del ecosistema y nuestras acciones, tanto en la montaña como fuera de ella, deben ser conscientes de su fragilidad.
Este proyecto será presentado en charlas y coloquios por toda España, como parte de mi compromiso por inspirar a nuevas generaciones a luchar por sus sueños y a cuidar de nuestro planeta.
Agradecimimentos:
No podría haber alcanzado este hito sin el increíble apoyo de mi equipo: Kike guía de montaña de Suances, Toño Ojugas, el operador de cámara de Torrelavega, Guillermo Ponce, bombero de Albacete, Juan Pablo Hernando mi médico favorito y mi terapeuta María de Torrelavega, quien me ayudó a superar los momentos más difíciles. A todos ellos, y a mis patrocinadores, les agradezco de corazón por haber hecho posible esta hazaña.
Este ha sido un viaje inolvidable, que no solo marcó mi carrera como montañera, sino que también dejó una huella en las comunidades con las que trabajamos. Espero seguir compartiendo estas experiencias y continuar abriendo caminos, en la montaña y más allá.
"Somos agua" el agua es vida...