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En mayo de este año la montañera Raquel García afrontaba ilusionada un nuevo reto: ser la primera cántabra en ascender el volcán más alto de Asia, el Damavand en Irán, pero su sueño se truncó cuando a escasos metros de la cima el guía que la acompañaba le dijo que no podía subir porque era mujer.
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Esta última expedición, que ha quedado relatada en el documental "Damavand 5.610", ha tenido un sabor "agridulce" para García y su equipo, formado por siete personas de Torrelavega, de la Federación Vizcaína de Montaña y la alpinista Pipi Cardell, cuando al estar a 5.000 metros les dijeron que no podían seguir subiendo.
"Quizá eso fue lo más frustrante, cómo nos trataron, porque son proyectos que el resultado lo vemos ahora con el documental y las charlas, pero lleva un año de trabajo. Es un camino muy duro y estar allí a unos metros de la cima y que te digan que no puedes subir porque eres mujer, es la parte mala y fea", ha asegurado en una entrevista con EFE esta montañera.
García ha explicado que al comenzar la última etapa de ascensión a la cima del volcán el guía que las acompañaba les dijo que "se les echaba el tiempo encima y que tenían que volver", a pesar de que habían salido dos horas antes para poder estar en la cima a la hora correcta y estar, en ese momento, "dentro de la hora".
Con esta expedición, García y su equipo buscaban un nuevo reto tras conseguir el ascenso en Pisang Peak, una montaña del Himalaya de 6.091 metros.
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